terça-feira, 10 de fevereiro de 2015

POEMA 20, de Pablo Neruda



      






Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,

mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,

y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.



Tradução de Domingos Carvalho da Silva:




Posso escrever os versos mais tristes esta noite.

Escrever, por exemplo: “A noite está estrelada”,

e tiritam, azuis, os astros, à distância".

O vento da noite gira no céu e canta.

Posso escrever os versos mais tristes esta noite.

Eu a quis e às vezes ela também me quis.

Nas noites como esta a tive entre meus braços.

Beijei-a tantas vezes sob este céu infinito.

Ela me quis, às vezes eu também a queria.

Como deixar de amar seus grandes olhos fixos?

Posso escrever os versos mais tristes esta noite.

Pensar que não a tenho. Sentir que a perdi.

Ouvir a noite imensa, mais imensa sem ela.

E o verso cai na alma como no pasto o rocio.

Que importa que meu amor não pudesse guardá-la.

A noite está estrelada e ela não está comigo.

Isso é tudo. À distância, alguém canta. À distância.

Minha alma não se conforma com havê-la perdido.

Como para encontrá-la meu olhar a procura.

Meu coração a procura e ela não está comigo.

A mesma noite que faz brancas as mesmas árvores.

E nós, os de então, já não somos os mesmos.

Já não a quero, é certo, porém quanto a quis.

Minha voz buscava o vento para tocar seu ouvido.

De outro. Será de outro. Como antes de meus beijos.

Sua voz, seu corpo claro. Seus olhos infinitos.

Já não a quero, é certo, porém talvez a queira.

É tão curto o amor e tão grande o esquecimento.

Porque em noites como esta a tive entre meus braços,

minha alma não se conforma com havê-la perdido.

Ainda que seja esta a última dor que ela me causa

e estes os últimos versos que lhe tenha escrito.




(Veinte poemas de amor y una canción desesperada)




(Ilustração: Igor Belkovsky)



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